sexta-feira, 12 de setembro de 2014
sábado, 6 de setembro de 2014
Caminemos en su presencia
Caminemos en su presencia
Hno. Paulo Petry, fsc
“Vida Religiosa querida y llena de
gracia:
pequeña y también sujeta a todos los vientos,
realidad frágil y fuerte; nunca terminada... ¡Sigue adelante!
En el momento oportuno Él hace nuevas siempre todas las cosas”. (Hna. Ana Roy,
AS)
Nosotros, Hermanos de las Escuelas Cristianas,
enmarcados por la alegría de la consagración y por la esperanza pascual,
atendemos al llamado del Superior General y su Consejo para el 45º Capítulo
General, realizado en Roma durante todo el período Pascual hasta Pentecostés
del 2014, con el tema: Esta obra de Dios
es también la nuestra. Iluminados por dos íconos, uno lasallista y otro
bíblico, los capitulares fuimos invitados a ponernos a camino, haciendo el
itinerario, tal como lo hizo nuestro Santo Fundador que se vio interpelado por
sus Hermanos, y como lo hicieron los discípulos de Emaús provocados por el
Señor resucitado.
Concluido el Capítulo, sigue el camino, y no solo
para los capitulares que se devolvieron a sus Regiones, Distritos y
Comunidades, sino para todos los lasallistas, que vamos a vivir las propuestas,
proyectos y planes que nacen del 45º Capítulo General.
Aquí en América Latina y El Caribe, principalmente,
nosotros los Hermanos, en el camino que nos toca recorrer, nos sentimos en
comunión con la Vida Religiosa Consagrada, presente en nuestro continente y en
todo en el mundo, en comunión con la Iglesia y con las diversas realidades de
nuestros países, en un tiempo singular de cambios paradigmáticos, pluralismo
religioso, grandes exigencias educacionales y emergencias de nuevos sujetos
sociales y culturales.
Bajo la luz de la Palabra de Dios y muy atentos a los
signos de los tiempos, somos hoy provocados: por las reflexiones y escucha de la
realidad de la RELAL; por los documentos del 45º CG que pronto saldrán
publicados oficialmente; por la vida misionera en nuestro continente y en otras
partes del mundo donde el Instituto nos conduzca; por los clamores de la
juventud y de la niñez que creativamente manifiestan sus alegrías, luchas,
conquistas y desilusiones; por los Hermanos que son capaces de ofrecer la propia
vida como testigos de los valores del Reino; por los seglares que entregan su
vida como lasallistas comprometidos con la misión de educar y evangelizar. En
este camino, pos-capitular somos todos interpelados a conversar sobre nuestro
ser, sobre los proyectos, posibles pérdidas, nuestras esperanzas y aparentes
fracasos, tal como lo hicieron los de Emaús al caminar con Jesús. Tal como lo
hicieron los primeros Hermanos al ordenar a La Salle que volviera de Parmenia.
La presencia del Señor, el peregrino de Emaús,
durante el 45º CG, es la misma presencia que nos acompaña en nuestro caminar
latinoamericano y caribeño. El que nos hace arder el corazón, también nos
remite a la experiencia de la cruz como camino hacia la resurrección. Es
igualmente Él quien nos ayuda a percibir que en la Vida Religiosa, los Hermanos
de La Salle necesitamos mantener la mística y la profecía como respuesta de
fidelidad a Dios y frente a los nuevos retos al mundo de hoy.
¡Somos lasallistas! Entre el final de una jornada y
el inicio de la noche, invitamos al peregrino de Emaús y a San Juan Bautista de
La Salle a que permanezcan con nosotros, y que con ellos podamos vivir un encuentro
más profundo que envuelva espacio y corazón.
En el compartir del pan, Jesús se dio a conocer y la
alegría pascual nos ha envuelto. Desde el 45º CG somos también en AL y El
Caribe interpelados. ¡Levantémonos y caminemos! Asumamos nuestra identidad
lasallista en la Iglesia, en la Vida Religiosa Consagrada y en el mundo.
Anunciemos la alegría de la Resurrección y la verdad del Evangelio, eduquemos a
los que nos son confiados. Eduquemos y comuniquemos con el corazón, con las
manos y con los pies que Jesús crucificado y resucitado está entre nosotros y
se deja encontrar en los pobres. Él se revela a través del diálogo
intercultural e interreligioso, se revela donde la vida clama y donde se
defiende la vida, Él se revela de modo especial a través de la Palabra.
Que tengamos la osadía del Espíritu y que, a través
del estudio de los documentos capitulares, podamos hacer una relectura del
camino, podamos humanizar más nuestras relaciones, recrear la comunidad,
intensificar nuestra oración y diálogo con el Señor, en la certeza de Su
compañía y cercanía, partir a la misión.
“Creo
que Dios nos quiere dar, en cada angustia, la suficiente fuerza que
necesitamos. Pero no la da con antelación para que contemos también con
nosotros mismos. Con esta fe, todo miedo al futuro debería ser superado”. (Dietrich
Bonhoeffer)
Con la fe y la
esperanza puestas en el Señor, seguro que haremos de las propuestas del 45º
Capítulo General, un camino digno de ser recorrido por los que nos consagramos
como discípulos suyos, un camino de vida para muchos.
quinta-feira, 13 de março de 2014
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